Ya se acaba el curso escolar y muchos niños pronto se quedarán sin comedor durante la temporada de verano. Los alumnos más vulnerables sufrirán las consecuencias del cambio de dieta en verano. Actualmente hay casi un 30% de pobreza infantil en el estado español y un 13% respecto a la Unión Europea.
Es por esta razón que se ha hecho un llamamiento por parte de la defensora del pueblo de las comunidades autónomas para que abran los comedores escolares en verano, con la finalidad de atender a aquellos alumnos que se encuentran en riesgo de exclusión. Pero dicho llamamiento no ha tenido mucha acogida en algunas comunidades autónomas, en las que se ha descartado esta medida, y otras estudiarán la idea pero con condiciones.
Es muy importante, como todos ya sabemos, que la alimentación en edades tempranas sea correcta y equilibrada, ya que es conveniente que cubra todas las necesidades físicas como psíquicas del alumno para su crecimiento óptimo.
La pieza fundamental para que los niños obtengan una dieta equilibrada es la familia y los comedores escolares, pero nos encontramos con que las familias puede organizar, cada vez menos, una dieta equilibrada a sus hijos, debido en gran parte a los pocos recursos económicos que disponen. Así que los centros escolares se esfuerzan para garantizar, al menos, una buena comida al día durante el curso. Pero la situación se complica cuando llega el verano, ya que aparte de no disponer suficientes ingresos, muchas de las familias no enseñan hábitos alimenticios a sus hijos, provocando una transformación en sus dietas.
Así que ante esta problemática, tan sólo los gobiernos de Andalucía y Canarias han confirmado que mantendrán abiertos los comedores escolares en verano para acoger a todos aquellos niños provenientes de familias desestructuras, vulnerables o sin recursos, tal como ya se hizo el año pasado por primera vez.
Pero, ¿es la mejor opción para luchar contra la pobreza infantil? Según los expertos, no. Consideran que se debe implementar un plan integral contra la pobreza infantil. Yo creo que los comedores escolares funcionan como una medida explícita y concreta que ha aportado buenos resultados para la nutrición de miles de niños españoles. Es empezar por algo. Lo que no entiendo es como se están planteando políticas contra la pobreza infantil y aún no se han visto medidas contundentes. Sé que lo de las iniciativas de los comedores infantiles es un paso pequeño a la extinción de la pobreza infantil, pero muchas familias han agradecido la oferta de menús sanos para sus hijos durante el verano pasado. Por tanto, es algo que a la larga generará más beneficios para estos niños.
Lo que sí se sabe es que el Gobierno central cederá 17 millones de euros a todas las comunidades con el objetivo de paliar la pobreza infantil. Pero ¿cuáles son exactamente las medidas? Aún no se dispone de esos datos, pero también se sabe que Madrid, La Rioja, Navarra o el País Vasco han descartado la apertura de los comedores a cambio de beneficiar directamente con recursos económicos a las familias que más lo necesitan, de tal manera que podrán decidir cómo gestionarlo.
En cambio, Cataluña prefiere destinar parte de los recursos económicos disponibles para acoger a niños en casales infantiles y juveniles durante los meses de verano, en los que se proporcionará un menú diario para cada alumno.